Fulgencio Sandoval Cruz fue un historiador nato de San Andrés Chicahuaxtla, perteneciente al municipio Putla Villa de Guerrero. Su imagen dio la vuelta al mundo de las finanzas cuando fue elegida para representar al último tlatoani del Mexico Tenochtitlan, Cuahutémoc, en los billetes de 50 mil y después con la eliminación de tres ceros al peso, en los de 50 nuevos pesos.
«Hicieron una convocatoria para elegir a quien representaría a Cuahutémoc, la casa de Moneda quería alguien con rasgos autóctonos, decidí participar y fui elegido» narró en una entrevista celebrada por este reportero en su casa de Chicahuaxtla en el año 2016.
Lo mismo en las clases del Colegio de Bachilleres de Oaxaca, que en el sector público, siempre procuró mantener un acervo histórico y cultural de San Andres y su cercanía con diferentes artistas que han cobrado fama internacional le dio un giro muy importante a su producción.
Tal es el caso de Lila Downs, que presentó su tesis de maestría en la Universidad de Minesota, Los motivos de las mariposas, representación femenina y resistencia cultural de los huipiles de San Andrés Chicahuaxtla.
Fue Fulgencio quien animó a la joven México americana a tomar como oficio la música, cuando ella vivió en tierras de la triqui alta, enamorándose para siempre de su cultura, arte y tradición popular.
De vez en cuando recordaban a Fulgencio como la imagen de Cuauhtémoc, sin embargo, su interés de trascender lo llevo a ocupar cargos importantes en el gobierno federal, promoviendo el uso y tradición de las artesanías populares, de la mano de su hermano Marcos, cuando fue director del Museo Nacional de Arte Popular en el año 2004.
Durante su estancia por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), conoció a la sacerdotisa de los hongos alucinantes, María Sabina, quien podría solo expresarse en lengua mazatecas y no en español.
Será que haya similitudes, será la raza indígena, sería su don de gentes, que Fulgencio entabló una amistad y comunicación con la mujer de Huautla, con quién reunió horas y horas de charla. «Ella en Mazateco, yo en triqui, pero nos entendíamos bien», me comentó en el año 2016 en la citada visita a su casa en la zona triqui.
A través de las redes sociales se dio a conocer el fallecimiento este 21 de septiembre, del también masón grado 33, quien deja una huella imborrable en la promoción de la cultura triqui alta de nuestro estado.
