El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Florencio Armando Colín Cruz, aseguró que recibió con sorpresa el anuncio de su nombramiento como obispo titular de Puerto Escondido, Oaxaca, pero también con “alegría, obediencia y compromiso”.
En entrevista con Desde la fe, monseñor Colín reconoció que él pensaba que, como responsable de la I Zona Pastoral, probablemente le correspondería ser el primer obispo de Azcapotzalco.
“Pero nuestros pensamientos no son los pensamientos de Dios, y él me envía, a través de su representante, el Papa Francisco, a esas benditas tierras bañadas por la frescura del mar y por los rayos cálidos del resplandeciente sol, la Diócesis de Puerto Escondido”.
El Cardenal Carlos Aguiar Retes propuso la creación de tres nuevas diócesis a partir de la Arquidiócesis de México: Azcapotzalco, Iztapalapa y una más que comprendería las alcaldías de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta. El proyecto ya ha sido aprobado por los obispos mexicanos y la decisión final está en manos del Papa Francisco.
“Asumo este nombramiento con alegría, obediencia y compromiso, puesto que deseo realizar, con la ayuda de Dios, el ministerio episcopal en cercanía con mis presbíteros, seminaristas, religiosas y, particularmente, con el pueblo Santo de Dios”.
Monseñor Colín se mostró entusiasmado con su nueva encomienda y comprometido con el pueblo de Puerto Escondido.
“Por lo que me han comentado, sé que es un pueblo entusiasta y lleno de fe, que son gente trabajadora y entregada (…) una región con diferentes tradiciones, idiomas y etnias, un toque magistral que ha puesto Dios para embellecer a esa perla del Pacífico”.
“Pido a mis hermanos su oración para que Dios me ayude a anunciarlo y, confiando en Él, como dice en mi lema episcopal: “Lámpara es tu Palabra para mis pasos”, puntualizó.